Pides permiso, permiso denegado; sacas la cabeza esperando aire limpio, y no es el país adecuado, sábetelo. Entonces lloras. No tomes Coca-Cola, no apoyes a pederastas, no desprotejas al prójimo; te escondes. Primeras palabras después de un desierto de silencio, balbuceo ciego del que sabe la totalidad del juego; cifras honestas, fatuo destino, obra pequeña, abisal. Entonces gritas. Maréate con las cifras móviles, escucha la soga cerca de tu cuello, no hagas eso: está mal matar. Lucha en el fondo con el sistema, él te apoya; busca placeres que apacigüen la implosión. Reduce marcha, paga, niega, grita, vístete para salir. Entonces vives. Corea partidos infinitos, mira tu espejo, tu belleza, libera a las patrias arcaicas, paga el diezmo turístico, fotografía el arte para las gentes, corre y adelgaza, no hagas nada. Llora, grita, vive, aligera. Entonces bebes del manantial temprano y tu piel supura. Sale el sol y crece la sombra huidiza tras la siguiente montaña, y vuelta a empez
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.