Querido señor: El fin de la violencia es una bonita frase, pero sólo eso. Puede usted repetirla hasta que se le caiga la sonrisa en uno de esos mítines plúmbeos de su alegría. Alguien la soltó en la reunión y a todos les pareció bien, y usted dijo: a multiplicarla. Sin duda le parece contundente y perfecta, algo así como decir: dos más dos son cinco y medio y el fin de la violencia : aplausos apabullantes del auditorio, tres tristes tigres y el fin de la violencia . Extasiados y arrobados miran los borregos. Pues bien, señor mío: la ha repetido tantas veces ya que tengo ganas de ver la película, tan original es usted para frases lapidarias que usa las inventadas por otros. Tengo otro señor a la espera, luego siguo con usted... Querido señor a la espera (a la espera de chupar poder): Usted y sus compadre se parecen cada día más al dibujo Tristón , el de "oh cielos qué horror, que mala suerrrte" . Así, cada vez que sale el señor de arriba con su puerca frase, sale usted cabre...
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.