Y se han pasado la Semana mirando al cielo, odiando la lluvia, los mismos que miran las imágenes con gesto compungido, lágrimas derramadas, traje de cofradía, tan trabajado. Diríase que esta semana de muerte y resurrección nos trae viejos recuerdos de fervor, de piedad, algo olvidado en la noche de los tiempos, ecos del pasado, una fe que languidece. Ha llovido a mares mientras el Señor era crucificado de nuevo y se han hinchado a llorar y rezar para que no lloviese más. Y sigue lloviendo en esta tierra desgraciada que no ha podido mostrar su fe a Dios. ¿Y qué hay del resto del año, amantísimos hijos de Dios? ¿La fe dura una semana o bien es el teatro lo que nos mueve? Si ha llovido el fervor se escurre en la alcantarilla, porque cada día son otras cosas las que vemos y hacemos. Mañana lunes volverán las infamias, la vida corriente en la que no cabe ser fiel, sino un estado catastrófico de egoísmo sin nombre y sin fin. Hay políticos importantes que no se pierden una misa los domingos, ...
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.