APUNTES PARA UNA VIDA MEJOR (DE CASI TODOS)

  Hemos pasado de la guerra fría a la guerra estúpida.

  "Con el ala aleve del leve abanico"... maravilloso martillo de mi infancia.

  Largo y frío invierno de impotencia.

  Mensajes, comportamientos,  actitudes, emociones, relaciones son como una enfermedad imparable que crece en el ridículo, grotesco circo de esta modernidad. Dónde vamos.

  Son avisos del alma (si tienes).

  Me ha dado por saber cuándo es el Miércoles de Ceniza...

  Las oficiales deben ser rechazadas por sistema, higiene e instinto de supervivencia. Ni una puede instalarse en el pensamiento o será el fin de la persona. Entonces se podrá volver a vivir. El artificio de los conceptos metidos a presión somete países, sociedades, continentes y busca la extracción de la moral clásica. Pie en pared.

  Cuanto más la pienso, menos entiendo su deriva entusiasta hacia la demencia. No sé...

  El fuego no es mío.

  Desde mi atalaya reparto donaires de sabiduría que a nadie importan y a nadie sirven. A mí tampoco...

  Inmisericordia, Señor, inmisericordia... (Tú ya me entiendes)

  Las palabras que merecen ser escuchadas están enterradas por la vulgaridad reinante. Todo vive en el aire.

  En España, hoy, evadir impuestos es un acto moral virtuoso: evitas que te roben y evitas que el expolio de tu país sea mayor.

  Ellos dan vueltas en torno a sus obsesiones, vestidos para la ocasión. Ignoran su importancia, recitan versos inconexos, conversan en silencio, mueren sin luz. Eternamente cansados...

  El mundo es grande pero las mentes pequeñas (por lo general).

  Hemos reducido a cenizas el fuego que se nos legó, pero no hay culpables. Es la Civilización. Es la enfermedad de ser humano, es el fin del aliento de vida. Es la ruina moral, el descenso ridículo, el humo de un cigarrillo que se acaba. ¿Qué viene ahora?

  La vida es un bosque laberíntico con muchas entradas y una sola salida. Asúmelo y camina lo que puedas.

  Hay un colapso social acelerado y consciente. Retrocedemos sin duda