ÁFRICA EN EL CORAZÓN

Además de ser el continente más sugestivo y hermoso de la tierra (que lo es), África tiene la desgracia de ejercer para el mundo el penoso papel de estercolero. Allí es donde la miseria de mundo civilizado, incluyendo el país de la hamburguesa, deposita todas sus perversiones, distorsiones, bajezas y espeluznantes investigaciones, con permiso de ciertas zonas de Asia. Dios quiera que nunca sepamos realmente que ha pasado y pasa allí, porque el mismísimo Hitler o Stalin enrojecerían de envidia ante la masacre perpetrada en el continente negro. Y los habitantes de África también parecen haber adquirido una cierta devoción por el salvajismo más agresivo. Pero este es otro tema...

Una moneda común en nuestras latitudes civilizadas consiste en pregonar indignados nuestra vergüenza ante la actitud de la Iglesia respecto al tema del preservativo en África, con el Sida desparramado por allí tan salvajemente. Necios. Necios, imbéciles. Necios, imbéciles e ignorantes. Necios, imbéciles, ignorantes e ineptos. ¿Qué porcentaje de católicos hay en África?¿Hay que recordar que la Iglesia, como organización, tiene unas pautas? Si no estaís en la Iglesia Católica, ¿con qué derecho pretendeís cambiar su moral, que vosotros ignoraís? ¡Crearos una iglesia propia, con vuestras leyes y vuestra moral a la deriva! ¡La Iglesia del Preservativo Sanador!¡La Iglesia de la Fanfarria Hipócrita!¡La Iglesia del Tonto Perpetuo!¡La Iglesia del Bondadoso Inútil!¡La Iglesia de la Nada Progresista!.

Si la carne es mala, se deja de tomar un tiempo. Si te duele una herida, no te la toques. Si tienes un arma cargada, alguien va a recibir un balazo. Pero no, es preservativo o muerte, condón o apocalipsis. El preservativo es el remedio del perezoso, el bálsamo de la desidia, la solución cómoda y banal hasta el subsuelo. A ver si por estar todo el día como conejos en celo va a ser una salvación ahora. Lo que hay que hacer es educar, explicar, ayudar y alimentar a esta gente que nos llaman desde que tuvieron la desgracia de conocernos, nos llaman a voces.

Debemos mucho a África, paguemos con moneda legal, nunca pagarés sin firmar.

A fin de cuentas, hay que preguntarse quién cuida de verdad a esta genta, las ONG financiadas por Durex o las organizaciones católicas que están desde tiempo inmemorial ejerciendo la caridad y el sacrificio.

Alguien juega sucio por aquí.