LA VOZ CANTANTE

La voz cantante sugiere que está bien ser tolerante, pero no practica. La voz cantante habla de derechos, pero son los que defiende y no otros. La voz cantante, gritona ella, nos apesta cada día con viejas historias de un mundo olvidado, y no parecen sinceras. La voz cantante pregona libertad para sus iniciativas y se burla y desprecia a quien discrepa de sus mandamientos de hormigón. La voz, ya sabes, crece y te rodea la garganta para que calles si no aceptas dogmas en forma de caramelo, ignora los grises de las ideologías y campa como plaga de langosta casi en cualquier rincón: periódicos, documentales, películas, incluso las sucias vocas de los tertulianos- rosa se llenan con consignas de la voz cantante. Y así pasan los días entre amenazas de hordas nazis, fascistas, católicos intransigentes, viejos dictadores que llevan treinta años criando malvas, reprimidos, intolerantes, derechistas rancios y pocos más, que la cabeza es finita y deben dejar huecos a los acrisolados izquierdistas (que, como todos sabemos, no son dictadores intransigentes ni nada, sino bondadosos prohombres que cuidan del pueblo), hermosos gays, tan demócratas ellos, abortos limpios y humanos y honestos gobernantes progresistas.

La voz cantante, en suma, es hermosa, pero no oculta con su rica voz el sonido del dinero que se esfuma dor detrás.

Piensa por tí y olvídate de las voces turbias, escucha tu propia voz desde ya.