Ir al contenido principal

TERTULIAS SABIAS

Lo malo de pasear por las distintas cadenas de TV que ofrece el panorama patrio es encontrarte con un viejo amigo catódico modelo regadera. Y justamente me acaba de pasar hoy. Ya debería haber enseñado a mi modesta televisión que los programas de debate, con esos tertulianos de todo a 100, debe perder la señal, o como poco distorsionarla, porque mi cabeza podría sufrir una implosión fatal si escucho a estas gentes.
Sí, de acuerdo, tienen que vivir y comer como todos nosotros, pero no por ello han de soltar estupideces grado 10 en la escala progre, que ya es grado...
¿Por qué digo esto? Por la sencilla razón de que acabo de zamparme cinco minutos -cinco minutos, lo juro- de tertulia surrealista en la cadena Cuatro, sección programa Concha García Campoy; en el engendro hay dos especímenes de calibre, de los cuales trataré más a fondo a uno, ya que el otro se define por su aspecto: Es una especie de abuelete con aspecto de científico chiflado, como el de la película Regreso al futuro, que está en permanente cabreo y, la verdad, no se entiende nada de lo que dice, aunque fascina. Me ha quedado claro que él, la bandera, la lleva en el corazón, pues sacar una de verdad a la calle puede provocar que uses el palo para golpear; no especifica a quién, pero sospecho que éste tipo golpearía a todo bicho viviente.
Y el otro modelo tertuliano es... María Antonia Iglesias, genio del periodismo mundial. A ésta ya la conocía porque jamás pasa desapercibida: Su aspecto orondo y generoso y su mirada bovina es inconfundible para este que os escribe. Su ideología es Cuatro cien por cien, como antaño paseaba sus redondeces por TVE, en la que dejó aromas de su buen hacer en época felipista.
Esta ceporra inmensa ha afirmado -para temblor de mis orejas- en una sutil y matizada relación bandera al viento-fachas-manifestación antinegociación ETA-Gobierno, que la causa última la encontraremos en la guerra civil, fenómeno exclusivo y peculiar de nuestro país. Todo el mundo sabe que España es el único país del mundo que ha sufrido una guerra entre hermanos, y eso marca durante siglos.
Ya sabeís, pequeños saltamontes: Cuando salgas a la calle a manifestarte contra algo antisocialista, recuerda dejar tu memoria histórica en casa, pues tu trauma y el de todos los derechistas es que recordaís con nostalgia la guerra, y por eso os comportaís así.
Genial, señora, ahora lo comprendemos todo, todo y todo. No hemos vivido la guerra, no sabemos si ganó nuestra opción o la otra, nos importa un carajo ya el tema, cuyos ecos realmente están acartonados hace tiempo, Franco es un eco del pasado, pero el trauma subsiste en nuestros corazones cual bandera del profesor loco y provoca que odiemos la política ruinosa de ZP, ya que nos recuerda el sufrimiento de la guerra.
Cuidado, cajeras del Carrefour, puede ocurrir que en la compra de los sábados, una persona cualquiera rememore con crispación la Batalla del Ebro y se abalance sobre vosotras. Vigilad, el fascismo está presente, las tertulias nos adoctrinan cómo vencerlo.
Hermoso tubo catódico...

Comentarios