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EL DICTADOR ETERNO

Hoy hace 32 años que Franco murió en la cama después de una larga agonía. Una agonía para él y para España. Tantos años y tantos odios que no olvidan, que miran atrás como dedos llenos de ansia y de sangre no derramada. Y Franco murió en la cama. Sin duda un régimen como el de este hombre no es lo más agradable para un país, pero a veces diríase que el parón del siglo XX le vino muy bien a España, que cerró sus contradicciones durante cerca de cuarenta años y después de una guerra atroz entre dos facciones dispuestas a devorar y masacrarse.
Le vino bien y no, porque llevamos 32 añitos oyendo y sufriendo la mirada atrás continua y agresiva de unos pocos que hacen mucho ruido. Yo quisiera no tener que recordar a Franco cada día de mi vida, o que cuenten historias perdidas en la noche de los tiempos, como si hoy mismo no hubiera o hubiese abusos de poder y crímenes de Estado. No sé bien qué diferencia hay entre un abuso de los años cuarenta a uno de hoy, excepto que es más grave, vergonzoso y asqueroso el cometido en democracia.
Por eso mismo me importa un pimiento que a nosequién le quitasen sí o sí unas tierras que eran suyas para crear un centro de la falange, o que existan fosas comunes con esqueletos de supuestos represaliados, primero porque lo normal después de una guerra es buscar y castigar a los del bando perdedor, cuantos más mejor; ¿O quizá piensa alguien que se gana la guerra y todos se abrazan en amor fraternal?. Tampoco me quedan ganas de pedir justicia para los asesinados por el llamado Carrillo, pues nada podemos hacer ya y la bestia esa morirá pronto, y como yo soy creyente, pues espero que le den un buen fuego eterno.
Todo forma un conglomerado en sepia y negro que me gusta estudiar, pero no con odio, ira o sed de venganza, sino porque es nuestra historia, como las perradas de Napoleón o los abusos de Inglaterra allí donde aposentó sus reales insignias.
En fin, 32 años después, el río se ha desbordado mil veces, las injusticias campan por sus respetos, los de siempre nos siguen recordando que hay que ver cine patrio aunque sea lamentable y doctrinario, se roba y extorsiona sin pudor y a nadie le preocupa mucho que los vivos sigan siendo despellejados ante la indiferencia general, porque aún hoy existen gentes que resucitarían al Caudillo de España para poder asesinarle más dolorosamente, los mismos que mienten cuando dicen que corrían delante de los grises o hablan de su lucha titánica por la libertad. Debe ser, pues, que ésta no es la libertad por la que luchaban, sino otra. Y da miedo pensar qué tipo de libertad es ésa por la que lucharon los titanes.
Una libertad sin límites ni frenos para sus apetitos roñosos y excluyentes. Me cansa mucho su runrun absurdo y su incomprensible verborrea apocalíptica.
Pues al grano: que Franco murió hace miles de noches y ni eso le perdonan los pesados. Y seguramente estuvo tan a gusto gobernando sin oposición, el muy pajarraco.Y encima parece que sigue empoltronado todo viejo y acartonado, el dictador eterno.
Trágala de una vez, mala bestia.

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