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LAS FUERZAS VIVAS (DE MILAGRO)

Tanta risa a cuento de EEUU, tantas lecciones damos desde España que no hemos reparado en que ese país ha elegido para presidente a un tipo con aspecto y maneras de extraordinario, un político decente y con cierta capacidad aparente. Aquí, en la tierra hispánica, hemos de conformarnos con personajillos sin carisma, sin talento, sin saber estar, personas que parecen rebotadas de puestos medios de la administración, o bien medrosos inútiles de palabras aburridas, aldeanos a fin de cuentas, en el peor sentido de la palabra...
Mira sino a Rajoy, a Cospedal, a Soraya. En IU no mires, porque es otra historia, esos no cuentan de puro borricos antediluvianos. Mira el nivel de Ibarretxe, de Carod, de los gallegos, de Chaves ¿Quién coño son esos (y esas) espantajos aborregados? ¿Nos merecemos esa patulea de gente espantosa y rancia hasta la naúsea? Debe ser que sí...
Por Dios, que no tienen ni escaparate, parecen todos políticos bananeros de comedia bufa. Unas perlas, señores.
Y, al final, los reyes de la baraja, los más votados, los que dirigen la nación: El buey dormido (Solbes: Dos legislaturas, dos crisis, dos siestas prolongadas), la llama escupidora (esta vice tan capaz y plena de conocimientos, Maria Teresa), el filósofo de Delfos (Oráculo máximo, eterno ministro Rubalcaba), la ruindad Bibiana, el zopenco Sebastián, el buda feliz Moratinos; todos sin excepción lo mejor de cada casa, artículos delicados de la casa Tifus. Vamos, ni a propósito encontraremos en ningún gobierno serio del mundo tal empacho de mostrencos, la fiesta de los atontados.
Y, para rematar, el hombre que a elevado a arte la nada política, el engaño, el escaparate viejo sin hechuras, sin letreros, sin nada: El sin par Zapatero, pinta de lerdo truinfante en dos legislaturas, pensamiento desconocido o vacío, vulgaridad máxima en su máxima expresión, rey del gobierno de España, gestor de 45 millones de pringaos, garante de la libertad, pluralidad, frugalidad y recta bisectriz del hundimiento patrio.
En fin, que puestos a buscar, lo más parecido a nuestros queridos inútiles es la derrotada Sarah Palin, que parece que vuelve a gobernar Alaska.
Eso sí, a democracia no nos gana nadie.
(Ya te digo).

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