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NO

Es tan fácil recibir el no como sufrirlo a la chita callando. Tantos noes en nuestra vida como carrozas de aire sueltas. este fracaso y este calor infinito, este año tardío. Pienso que la voz está y se acerca y añoro vergeles idiotas, agua de ayer para mañana, un reflejo de lo que nos gustaría.
Porque es no, y deja siempre sabor de fracaso y de pérdida, pero siempre es no aunque chillemos y la imaginación nos lleve a pensar que tal vez, que sí, más adelante. Maldita palabra, maldita ciudad, maldita pereza.
Pienso que no.
-¿Y si nos fuéramos más allá de las ciudades?
-No...