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RUMOR

Somos palos secádose al sol, voces que se van rabiosas o no. Viene un día y se va, dejándonos en medio de la calle mudos como piedras y deseando volver del sueño. Todos los fluídos, los chispazos y los tejidos secándose al sol, los rostros del ayer que no gastan y no están y quizá fueron buenos. Todas las palabras volando casi en silencio, cuando viene cada día el rumor y lloran en cualquier lado las personas calientes de incredulidad, con la ceguera como único motivo para respirar. Y nosotros somos imbéciles que gimen perdiendo la arena de nuestro tiempo y rompemos la quietud del aire como niños enojados, epiteliales del vacío y apaños de la naturaleza, muestras y errores de la ciencia, entubados a frágiles guiones, nuestras vidas tan ardientes con el chasquido de un cerilla. Pequeños destellos de luz entre las tinieblas. Vida y calor, sereno y mudo, ¡Agua, agua para la boca petrificada! Lágrimas evaporándose en el muro.
Hay ya más muertos que vivos en las celdas eternas: Ésta si es una noticia fidedigna.
Y nunca termina de publicarse.