Caminas en silencio tu indiferencia, callas tu secreto interior. Voceas quizá en un lenguaje secreto y desconocido; yo callo sin saber dónde tu sendero se aclara. Te has ido y estás, hablas y no eres tú, hay alguien perturbando tus mensajes y la casa se llena de melancolía y abandono, ahíta de voces extinguidas, sueños y débiles verdades arrinconadas. Cierras los ojos como si el dolor impidiese existir y dicen que fuíste, mas eres aún y serás palabra imprescindible. Tanta canción perturbada y horas no celebradas. Te aprovechas del llanto para ser un estado perpetuo del interior del pensamiento, camina tu indiferencia fuera de la luz debida. Dinos dónde va el camino, Señor, para que podamos rectificar estos días de oscuridad, y reír hacia el pasado desaprovechado.
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.