Ir al contenido principal

LOS DÍAS CERRADOS

Caminas en silencio tu indiferencia, callas tu secreto interior. Voceas quizá en un lenguaje secreto y desconocido; yo callo sin saber dónde tu sendero se aclara. Te has ido y estás, hablas y no eres tú, hay alguien perturbando tus mensajes y la casa se llena de melancolía y abandono, ahíta de voces extinguidas, sueños y débiles verdades arrinconadas. Cierras los ojos como si el dolor impidiese existir y dicen que fuíste, mas eres aún y serás palabra imprescindible. Tanta canción perturbada y horas no celebradas. Te aprovechas del llanto para ser un estado perpetuo del interior del pensamiento, camina tu indiferencia fuera de la luz debida. Dinos dónde va el camino, Señor, para que podamos rectificar estos días de oscuridad, y reír hacia el pasado desaprovechado.