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ABRE

Tienes la puerta abierta, amigo. Tienes personas que te esperan tiempo atrás, cuando tenías la alegría por bandera.
Tienes que vernos y reir, tienes que hablar y sonreír, ahora eres uno e infinito, y cualquier cambio corporal está en tu mano y tu mirada y tu recuerdo. Y pasan los días planos, exhaustos y benevolentes de la reconstrucción, esa habitación que debe ordenarse mientras el cuerpo unido se asienta en un solo ser, un alma, nueve voces abajo y lejos, que se pueden perder donde los páramos, los árboles arcaicos, el agua limpia.
Tenemos sed de recuerdos; junto a la carretera se escapan las últimas horas de una era gloriosa.
¿Me abrirás la puerta si te lo pido en secreto?¿Estarás si acudo a tu lado?¿Habrá una lengua que nos una?