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TE CUENTO, PROGRELISTILLO

Si una cosa cualquiera es pública y debo sufrir impuestos a manta para mantenerla, y de paso mantener a la rémoras (izquierdistas casi siempre, los pijos de derecha roban de otra manera: tienen ciertos estudios) que sacan a manos llenas los dineros públicos, incapaces de lograr dinero de forma honesta para sus miserias y de trabajar, vocablo y acción que desconocen, si eso es lo público, Dios, que lo eliminen.
Por contra, si eso mismo es privado, o de gestión privada, ya pueden robar lo que quieran y hacer chanchullos varios que a mí no me van a expoliar. Si privado es problema para tí, entiende que es gratis, pedazo de lerdo. Y eso es la libertad exactamente: que no te roben mientras te pasan por los oídos la palabra público como si fuera un bálsamo reparador. Entonces, la privatización implica más dinero, más libertad y poder decidir qué quiero hacer con mi dinero, mientras que la palabra izquierda, aparte de tiranía infinita, significa ser expoliado hasta la pobreza total. Y una vez instalado ahí, eutanasia y muerte para no pagar la pensión cotizada.
No, gracias, ya se nota el timo de la estampita, más conocido como Estado del bienestar. El bienestar de los iletrados robaperas socialerdos.
Que privaticen todo, que hay demasiados afiliados en la izquierda.