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UNO DE VERDAD, GRANDE

Para refrescar un poco mis últimas entradas (crispadas y con odio mal disimulado), incluyo al tipo de la izquierda. Con ese aspecto de portero de barrio, se trata de uno de los mejores escritores del pasado siglo, por supuesto silenciado por los de siempre. En cualquier caso, el mejor escritor italiano que conozco, por calidad de texto, por alegría de vivir y por coherencia estratosférica entre el hombre y la obra, imposible para los santones de la pobresía marxiana. Es Giovanni Guareschi, el escritor, creador de don Camilo, de Peppone y de muchas páginas hermosas que parece imposible que las pudiera pergeñar con el caótico estilo de vida que llevaba: durante la semana estaba en su finca o lo que fuera y el fin de semana marchaba a la ciudad y en frenética actividad, imparable frenesí, escribía de un tirón toda (o casi toda) la revista que editaba, páginas vivas que uno desearía que no acabasen nunca, por las ganas de vivir con alegría que transmiten. Guareschi no es, desde luego, un amargado tipo Moravia o cualquiera de ésos que ven al hombre casi como un ser despreciable sin remedio, y que por lo mismo transmiten a sus lectores ganas inmediatas de suicidarse y acabar con tanto aburrimiento y tanta fornicación con hombres, mujeres y caballos sin sentido, sin satisfacción, sin verdad en suma. No, él habla sencillo de sus cosas y logra que desees que se vuelvan tuyas. Yo cambiaba a este coloso de las letras por todos los Lorcas, Hernández, Celas y demás amargados infumables de nuestra literatura, tan ideológica y panfletaria, tan estalinista y dirigida que apena ver una sola página no amargada, negativa, oscura, peliaguda, política o todo a la vez. No llores y lucha, mira otros mundos que merecen la pena, aunque también se sufra y se muera en ellos. Enhorabuena, Italia, por semejante escritor, que nunca ocupará la primera página ni falta que hace. Está para siempre disponible a cualquiera que se salga de los railes oficiales y busque auténticos creadores.
Como bien dijo: "En la cabina de voto Dios te ve, Stalin no"; ahora que vienen elecciones, podría aplicarse el cuento algún indocumentado que sigue a la manada progre y cambiar la última parte por "el PSOE y sus comisarios no". Los tiempos cambian, hermanos. En fin, un grande de verdad. Lee y mira aunque seas progre, quizá comprendas lo que de verdad significa el compromiso y la fidelidad a uno mismo, y que es posible vivir con tu esfuerzo y tu sudor y ser feliz sin meter la zarpa en la caja pública, seas de izquierda o de derecha o de centro o de tu casa, que no es patrimonio de nadie la honestidad.
Te compensará de los idiotas de abajo, te lo aseguro.