Ha muerto Carrillo. Después de más de 70 años, se estará enfrentando al Gran Juicio, ése que no falta nunca. Dicen que no se mueve una hoja sin que Dios lo permita, y espero de corazón que hubiera una razón para haber mantenido con vida a esta bestia infernal, gran asesino desgraciado y miserable sin fin.
Descartada la justicia humana, que es inexistente, nos queda la alegría de saber que sus mentiras y su infamia le van a llevar al dolor eterno. Y esperamos sentencia rápida para este marrano infame.
Hay días que merecen la pena. Felicidades a la víctimas de este monstruo. Los olvidados de Paracuellos pueden dormir en paz, su asesino se ha reunido con los de su calaña y juntos disfrutan del dolor amplificado en sus miserables almas. Fuego redentor.
No cabe duda, no cabe mayor gozo.