Elecciones catalanas hoy; al final parece ser que todo sigue igual, aunque un poco mas cochino el ratero de Mas y sus cuentas y sus payasadas y sus esteladas y su puto idioma nazi excluyente. Ayer volvió a ciscarse en la ley (esto es lo habitual en esta grey política) y convocó una especie de algarada popular con cuatro gatos (catalanes, claro), y hoy ganará las elecciones sin mayoría absoluta. Barata la broma. Demuestra, eso sí, la increíble españolidad de Cataluña, las mismas miserias, las mismas chorradas, la misma tendencia suicida. Espero grandes cosas de Ciudadanos, que estos sí tienen arrestos y potencia, al menos de momento. Repulsión de los periféricos.
Alonso pierde el Mundial de Fórmula 1, lástima de tipo. Es, junto a Nadal, lo mejor del deporte español, sin periferias ni dobleces. Enhorabuena.
ETA vuelve a exigir como si nada hubiera pasado, y seguramente el pétreo Rajoy se bajará los pantalones, porque el país no da más de sí. Unos y otros se orinan con delectación en los muertos que no quisieron serlo y a los que siguen destrozando y humillando. Un país, un líder inepto, España, España, ¿donde irás?.
En Madrid sigue la alcaldesa Botella, esa mentirosa a la que nadie hubiera votado de presentarse como opción del PP, y que ha demostrado con creces su catadura moral después de las trolas y la miseria tapada de la fiesta pergeñada por el otro bastardo mafiosillo, amigo de sus amigos y del dinero a costa de lo que sea... ya no es un partido, es un cadáver hediondo poblado de... seres quizá vivos, pero eso no tiene ninguna base científica.
Y Aznar en su atalaya millonaria. Raza innoble.
Tony Leblanc, muerto ayer. No era un genio, pero poseía la clase y la cordura y el saber estar de los que conocen su oficio y muestran ramalazos de genio. Con el panorama que tenemos, es, lógicamente, una pérdida tremenda, porque sus películas arrollan a cualquiera española de hoy y se ven con agrado, si señor.
Por último, el Madrid. Espero noticia cierta que Mourinho se pira de una puta vez, y espero que se lleve consigo a la fenomenal morralla engreída y finalmente patética que ha ido metiendo en su equipo, que no el nuestro: Ozil, Cristiano (éste sobre todo por ridículo y risible), Higuaín, Carvalho, Coentrao, Di María, y otros poligoneros multiétnicos que lastran espantosamente un maravilloso club de fútbol.
Todos p'al Chelsea, coño.
Hay domingos así. Maldita sociedad, malditos clichés, tabués de la democracia.
Lo único bueno es que supongo que los asesinos de inocentes descansan en domingo, que no es poco.