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EDUCAR, EDUCAR

Gracias, señor Wert. Por fin un ministro ejerce y plantea una solución al enorme, penoso problema de la discrminación lingüistica en las regiones nazis. No le van a dejar, pero cabalmente ha encontrado la fórmula.
El idioma español lo merece, y los desgraciados que están bajo la bota aldeana podrán expresarse de tal manera que entendamos lo que tengan que decir, sea lógico o no.
Hasta ahora, los gruñidos periféricos sólo causaban dolor de cabeza, y es hasta probable que gente como Mas, Puyol y demás amantes de lo ajeno explique de dónde han sacado sus fortunas, y la razón final de condenar a sus compatriotas a la ignorancia y, en suma, el silencio.
Porque para deseducadores de masas ya tenemos al gran partido Orco,y entre la izquierda ceporra y los separatistas idiotizados el desierto puede ser total.
Como que no invadan pueblos superiores procedentes de las regiones áridas de Mongolia exterior, por ejemplo.
O los cafres, que cualquiera tiene una cultura superior a la ibérica, que no española.
Gracias, señor, por la vida en los cerebros de los próceres.