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PERFECTOS

Si el argumento principal esgrimido para justificar el aborto resulta ser que es un crimen contra la humanidad dejar vivir a personas imperfectas, resulta que no es posible disputar la batalla de la dialéctica para erradicar esa vergüenza de nuestra sociedad.
Si el argumento resulta que se basa en opiniones personales sobre la utilidad, felicidad, o cualquier cosa que al progenitor le parezca fundamental para que la otra persona sea, no es posible conceder ventajas a los proclives a la masacre.
Si la excusa resulta ser el Sindrome de Down o cualquier enfermedad limitadora para la nueva vida, para la nueva experiencia, no es creíble conceder 100.000 asesinatos al año por esta causa.
Hoy han acosado en su casa al Ministro de Justicia exigiendo aborto libre y gratuito, estupidez suprema de los desocupados habituales que sin duda saben que el ministro en cuestión no va a hacer absolutamente nada de nada respecto a este asunto, pues se trata de oponer votos por muertos; y van a ganar los votos.
Todos los partidos políticos con representación favorecen y facilitan el criminal holocausto, por lo tanto lo decente para no engañarse ni engañar a los demás es cerrar la boca y votar a cualquier formación política que elimine sin contemplaciones esta asquerosidad, y quien quiera abortar que se arriesgue a contratar a un capullo ilegal, a ver si cae también en el intento, una vida por otra.
A fin de cuentas, la mujer que destruye a su propia sangre no es perfecta ni es interesante para la sociedad, ya que tiene una tara descomunal.
O mas bien dos: egoísmo absoluto y es homicida por naturaleza.
¿No te gusta? Jódete, que ante esto no hay charlas que valgan, hijo de puta.
O hija de puta, que viene a ser lo mismo.