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EL CAOS MENTAL

Querido amigo:
Al igual que no se relaciona la ingesta de pollo con los agujeros negros, los mensajes de Strawberry y Zapata no se pueden justificar diciendo que se roba mucho. Es cuestión de gusto y es cuestión de impunidades. A mí poco me importa que condenen o no a semejantes paletos, pero reírse de tantos muertos (ojo: muertos) por violencia es, por decirlo suave, propio de perturbados. Viendo a los dos pájaros y a unos cuantos más como ellos, uno se pregunta si esta gente se mira al espejo o hace introspección de sus cualidades y conocimientos, pero lo que queda claro es, por una parte, que existe y respira sobre y bajo nosotros una sociedad enferma de odio e ignorancia que engendra absurdos así, y por otra parte que los engendros tienen voz y mando en las llamadas instituciones. ¿Qué sociedad puede resistir semejantes líderes y mantenerse fuerte?¿Quién detiene a cualquier chiflado qué, por carambola irracional, obtiene un puesto exageradamente incompatible con su capacidad y preparación?
Lo que se discute aquí es lo de siempre. El derecho de ciertas agresiones a ser consentidas, aplaudidas, aceptadas, mientras el común ramonea inquieto y en silencio, no sea que su pensamiento sea diferente. Por eso, querido amigo, aplaudo la condena al tonto de capirote, que nada es y nada significa; pero de alguna manera pone freno a ciertas tendencias que tienen muchos de los alienados que nos rodean a arrasarnos con sus paranoias insanas. Pobre mundo éste que hace que hablemos de personitas tan pequeñas, tan insignificantes, tan irrelevantes como su mentalidad.
Lo demás es otra cosa, no debiste compararla, no te tenía por un simple.
Pasa mucho, no hay problema. Te diré, para acabar, que prefiero que me roben a paletadas a que me torturen y maten sin venir a cuento. Creo que molesta menos, la verdad.