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GRANDES TEMAS FALSOS

En realidad no se trata de salvar el mundo; la mayoría de nosotros está lejos de esto, tan pequeños. Aún así nos intentan empujar para manipularnos, para prepararnos a ser homogéneos, blandos a sus designios. Si te lanzas a salvar el mundo te condenas tú y condenas al mundo. Si, por el contrario, dedicas tus afanes a tu mundo, a lo que te rodea, y lo salvas, todo irá mejor: pieza a pieza las cosas volverán a su orden natural.
O eso pienso yo, que odio la manipulación de la progresía incansable.
Tu mundo es tu libertad. Lo otro es servir a los demonios.