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ES EL FUTURO, IDIOTA

En España hay tres poderes: Ejecutivo, Ejecutivo y Ejecutivo. El Legislativo está de parranda y el Judicial de vacaciones. Nunca había sido tan evidente la indefensión y debilidad de un entramado estatal. Estamos a merced de fuerzas que primero nos han sitiado y después van cerrando ventanas, enrareciendo el aire. Los agentes de orden público parecen decididos a secundar la ilegalidad flagrante, los medios de comunicación de mayor audiencia viven de de regalías estatales y se muestran serviles y colaborativos, las gentes no saben qué hacer ni a qué tienen derecho pero los más sagaces sospechan que la estrategia pasa por arruinar la economía general y por ende la particular de cada uno.
Cualquiera sabe adonde nos dirigimos, pero diríase que estos días son el principio de un golpe de estado que precede a una dictadura triste y repugnante, ocre y fantasmal como lo son todas. El fin de una época, nuestra época.
Y mañana o pasado despertaremos preparados para obedecer, callar y servir; es la maldita droga a la que siempre volvemos los que no sabemos convivir sin poner la bota en la cabeza del opuesto.
Es la consecuencia de ser unos auténticos y genuinos idiotas que ignoran algo básico: saber obligar a los dirigentes a cumplir escrupulosamente la ley.
La ley, maldita sea. Qué triste.
España pura, genuina, qué triste, sí. No va a ser necesario que encargues la Nintendo, me parece.
Ya tú sabes mi helmano...