¡Vamos, están llenándose las calles! Van juntos bailando cerca de las luces, riendo como jamás había visto yo, y se tocan y se tratan como dioses feroces. Vamos ya, que cae la noche y desconocemos qué mañana, y será tarde para todo. La urgencia me desborda y quiero bajar a las calles donde felices llenamos horas prescindibles como letanías vacías.
Porque creo que la urgencia me desborda. Y reír y tocar y beber y bailar bajo la luna y en las calles cuando el día se va, que salen todos a olvidar el mal trago del vacío.