Ir al contenido principal

LA MENTIRA CRIMINAL Y LA ESTRATEGIA CRIMINAL


La Vanguardia

Oyendo las últimas declaraciones de miembros (y miembras) del gobierno que nos agota y azota hasta sangrar, y cuya única y lamentable solución al problema de la pandemia ha sido encerrar a todo el mundo y sentarse a esperar que pase la tormenta sin mover un dedo por nada ni nadie (entre otras infamias), oyéndoles, digo, ya vamos sabiendo lo que la nueva normalidad nos va a ofrecer: la culpa es de la oposición, así como lo oyen. No es de Sánchez ni Iglesias ni del resto de incompetentes y criminales políticos que, como no podía ser de otra forma, se han dedicado a apuntalar y preparar una dictadura a la carta a gusto de la progresía más que a combatir la mortandad y las cifras escalofriantes del efecto de la enfermedad en España.
Porque no es que lo hayan hecho mal, es que no han hecho nada, cero, niente, nothing, res y ez (por homenajear a sus socios separatistas). Han gestionado el problema como era de esperar, como si fueran personajes sacados de Aterriza como puedas o los Hermanos Marx (los buenos, que no Carlitos), han desnudado groseramente ante sus ciudadanos el resultado de si insignificancia pedante y asombrosa fatuidad. Aventureros estrafalarios en perpetua desubicación, estrambóticos que lamentablemente influyen, y de qué manera, en la vida de las personas que no merecen ¡no lo merecen! esta agresión injusta e innecesaria. 40.000 muertos después, resulta que la culpa es de la oposición. Como lo oyes, tía: la oposición, que como todo el mundo sabe dirige España y todas sus instituciones. El mundo al revés.
Haría bien la oposición (la derecha, que es la única que hay: los demás son uno y todo con el gobierno), último dique de la democracia, en tomar buena nota del futuro ataque de Sánchez y sus secuaces y empezar a defender cada centímetro de legalidad. Para eso están. Y haremos bien los ciudadanos de bien en recordar cada día de los últimos 4 meses y cada acción/omisión del gobierno con el objetivo real y justo de sentar en el banquillo, tarde o temprano, a los verdaderos responsables de esta locura inmoral e ilegal: el gobierno del señor Pedro Sánchez y sus serviles miserables. No van a caber en el juzgado, pero si hay justicia en España no es posible otro final para esta pesadilla. Si queremos un país serio es necesario eliminar a esta gente de la ecuación, pero claro, todos sabemos también que normalmente, y por el bien del país, aquí no ha pasado nada.
Y seguirán mintiendo y enredando hasta destrozar todo..., ¡y la culpa será de la oposición!