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SALIENDO DEL PASO DE RODILLAS





Los recientes acontecimientos de las masas protestadoras habituales hacen pensar que vamos saliendo del encierro surrealista que nos ha partido en dos a la mayoría. Resulta que un policía brutal y estúpido por demás no tuvo otra ocurrencia que inmovilizar a un sujeto arrodillándose sobre su cuello, hasta acabar con él. Un hecho lamentable, como tantos otros. ¿Racismo? Puede que sí, que el policía sea racista. ¿Impune? No, le ha caído encima la ley, si no me equivoco. Aquí lo sorprendente, o no tanto, es la reacción furibunda de los profesionales del ramo (del ramo de siempre) contra todo lo que se mueva. Puede haber algún tórtolo bienintencionado en el inmenso carajal en que se han convertido las calles no sólo de Estados Unidos sino del mundo entero (?) acusando en general a todo bicho viviente de racista y mostrando su hartazgo de esta sociedad horrible sacada del Apocalipsis. Se ve que había ganas de pasarse por el forro la pandemia y volver a ser útiles a los parásitos que los guían y organizan. A ver lo que tarda en reaparecer Greta (y Los Garbo, osease los papis) con su monserga, porque la televisión vuelve a poner el foco no en los muertos ni en la economía, no. En el plástico. Por lo que entendemos que la nueva normalidad es la vieja rebelión de la antigua forma agresiva de la añeja estrategia de conquistar el mundo y dominar a los cretinos que en él habitan.
En este caso particular falla un poco eso de arrodillarse y demás, porque en general llevamos de rodillas un montón de tiempo, aunque hay que valorar la estética de rodilla en tierra.
La verdad, es aguantable la dictadura pero no se puede con el martilleo constante de sus espantosos mantras. Intenten cogerlo todo y gobernar sobre todos, pero por favor, por favor, no nos obliguen a aceptarlos sin una droga analgésica. Comprenderán que hay cabezas pensantes que nunca tragarán sus píldoras, y por tanto, democráticamente no va a ser posible que lleguen a meta. 
Por favor, que nosotros no podemos respirar de tanta contaminación mental. Busquen otras soluciones y sigamos para bingo.