A Nadia, arquetipo progre del enchufado eterno a los puesticos públicos, le han dado boleto en Europa. Decía que tenía apalabrados los votos para ser la reinona de vaya usted a saber qué tejemanejes (Jefa del Eurogrupo con trienios y pluses) y que alguien se lo pensó mejor. Decía...
El caso es que por mucha burocracia y trapicheo que se tenga en esas instancias inútiles y muy bien pagadas, uno siempre piensa que habrá alguien por allí que tenga un mínimo de decencia para no hacer demasiados rotos al sistema. Y el socialismo español es tendente a provocar catástrofes sin despeinarse, sin rubor lo digo y pienso. Así que la votación responde a que el desastre español no se propague como la pandemia de marras y destroce todo, poco o mucho que quede en varios países de Europa, la Europa que no está loca, claro. Que hubo uno informado que prefirió votar cualquier otro candidato de un país no demasiado tomado por terroristas, comunistas, soberanistas e inútiles diversos, y que no apetecía degustar recetas que dejan hecha unos zorros el estómago social y económico. Que pasaba del circo y sus propuestas, vaya.
Vuelve pues Nadia a España con la vitola de miembra del gobierno preparada y profesional (?) a seguir trabajando por un país progresista, unicejo y espeluznante junto al resto de zangolotinos que pasean sus torpezas por las alfombras y despachos, y vuelve para terminar el trabajo de convertir nuestro paisito en un solar vacío y escombroso en el que moriremos despacio despacio, a fuego lento...
Eso sí, cuando salga a cenar le recomendamos que no pida boletus, le van a sentar mal. Muy indigestos. Para gente así lo mejor es seguir con las mariscadas.