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A LOS QUE GRITAN A LOS QUE ENGAÑAN

 

Todo lo que tienes para ofrecer son gritos, protestas y falsa indignación porque eres el peligro subterráneo que juega con las mentes frágiles. Eres el semidiós de la podredumbre y el instrumento desafinado. Y lo peor es que crees que el mundo te mira y aplaude y no es así; unos pocos, esperando quizá tu indulgencia, te aplauden, porque no les queda más esperanza. El resto gira la cabeza incrédulo.

Eres lo que la violencia te permite y juegas a la destrucción, pero como tantos otros no tienes en cuenta que las personas son libres y no admiten yugos eternos. Agita la calle, roba pensamientos, ofrece falacias que llegará el día que por la violencia y el odio no podrás dar un paso más, rebosado de peso muerto y mentiroso. Ese día se aclarará todo y el daño será reparado.