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LA IMPOSIBLE RECUPERACIÓN DE LA RECUPERACIÓN


Después de gritar y no parar durante el confinamiento criminal y vergonzoso de Sánchez y cía. que era preciso e innegociable que las competencias le fueran asignadas a ella y su banda, salvadora de la patria, luz de la eficacia, para gestionar como sólo ellos saben las cosas de lo público, después de llorar y no parar que estaban siendo perseguidos por ser el centro derecha, después digo de no saber aclarar qué ha pasado con las residencias de mayores y quién es responsable, después de todo eso resulta que la presidenta que iba a arreglarlo todo ha demostrado ser un agente indispensable para el derrumbe general, y me explico.
Cuando el gobierno cínico y criminal que nos tortura decidió devolver las competencias, o quizá mejor las incompetencias sanitarias, a las comunidades autónomas, la señora Díaz Ayuso, bien vestida y campanuda como ella es, se hinchó cual globo y fanfarroneó de poder por fin arreglar los entuertos. Tres meses después, en una maniobra que probablemente deje en bandeja el poder a los socialistas en una comunidad como Madrid, demuestra la realidad del primer partido de la oposición en España: que es igual o peor que el socialista. La realidad de la incompetencia. Tres meses y piden ayuda a Pedro Sánchez, el que había usurpado sus competencias para hundirles en la miseria, lo cual significa que piden ayuda a un pirómano para apagar el fuego. ¿Y qué va a hacer el pirómano? Destrozarles, pues es un inútil pero no es tonto en absoluto. Ha sido como pedir ayuda al rey para instaurar la república, o solicitar a un violador que ayude a guardar la virtud de las doncellas; o quizá pedir a ciertos adinerados que ayuden. Una, y van varias, estupidez suprema.
La presidenta no tiene excesiva culpa, está en la media general de los que ocupan poltronas como quien come cacahuetes, no es excepción de nada y sí confirmación de todo el hundimiento político hacia las simas del estercolero. Se visten un poco y fanfarronean como nadie, pero pocos hay que sepan arremangarse y dejarse de monsergas cuando toca sacar las cosas, muy pocos. El PP demuestra dolorosamente estar al nivel de su colega socialista de patio, al que encima mendiga sonrisas y quizás jugar de portero alguna vez (ustedes ya me entienden), pero que ha renunciado a luchar por creencias que utilizan como un logo y nada más. Lo que con Rajoy parecía un accidente ha resultado ser la norma y la prueba definitiva de que los dos partidos más importantes de la timocracia están para servirse y, por supuesto, no tienen ni puta idea de gestionar nada que no sea sueldos y prebendas, y aún así eso les supera a veces. 
Por esta sencilla razón los socialistas gobiernan España y gobernarán Madrid en un abrir y cerrar de ojos, porque la gente es obtusa hasta cierto punto y puestos a elegir se quedar con lo genuino  y no con la copia china de segunda mano.
Cuando parecía que remontaban llevan un par de meses volando puentes, empezando por Cayetana, siguiendo con la ayuda inestimable a la jibarización de Vox (único partido que dice verdades como puños y plantea batalla a las gilipolleces de los progres, pero que lamentablemente carece de estructura coherente más allá de uno puñado de nombres) y terminando con el ridículo de gestión de los rebrotes en Madrid y la improvisación de última hora de la vuelta al colegio, entre otras chapuzas. 
Porque cómo puedes explicar que TVE es un cédula izquierdista radical al servicio de la propaganda si tienes tu propia televisión (Telemadrid en este caso) que resulta que hace lo mismo y en la misma dirección de izquierda radical si no demuestras que eres idiota de manual, cómo. Los puestos, los cargos, los enchufes, los sueldos, las vidas de la gente.
En esta estafa estamos, y la única solución a la putrefacción del sistema, que parece imposible regenerar, sería un golpe de estado, un gobierno de gestión de los mejores sin ideologías ni legislaciones sobre las mentes y una limpieza profunda de las instituciones. Una gestión aséptica durante al menos 15 años.
¿Les sueña? Por eso hubo un tipo llamado Franco, pero nos vendría mejor Adenauer. O alguien capaz de gestionar equipos y alcanzar objetivos reales no ficticios ni publicitarios.
Ahora apliquen la ley esa repugnante que va a homologar la democracia y me mandan a la cárcel por fascista..