Hoy se están reuniendo en Madrid los representantes de Atila Sánchez y los apocados y bienintencionados pardillos de la Comunidad. En principio la lucha parece centrarse en si consiguen hundir en la miseria a 5 millones de personas en base a criterios exclusivos para la CAM, que los sociata-rojos van adecuando a placer para lograr tal objetivo, o bien permitir sin grandes obstinaciones que los acomplejados sigan cociéndose a fuego lento. Imagino a los orcos a sueldo del Primer Imperio Republicano llave en mano prestos a salir a las calles cuando el dogo de turno así lo ordene y montar revoluciones de todo a cien por las calles, las cuales han de ser no muy grandes por razones obvias. Imagino a los seguidores del orden (sic) angustiados por la legalidad de las medidas que pretenden imponer los Illa y compañía. Este sin duda es el punto capital: la legalidad. Sabemos del respeto de la izquierda por la ley (se la pasan por el forro no menos de 30 veces al día) y en parte sabemos del temor de los pepillos a aplicarla y exigir su cumplimiento, y con esos mimbres hienas y liebres se reúnen y deciden la manera más eficaz y sombría de seguir jodiendo al personal el cual ya no sabe si está teletrabajando, en ERTE, en el paro, en una rave o en el limbo, pero que tiene claro su futuro y no pasa precisamente por la aplicación de las normas jurídicas que se supone rigen esta convivencia. Pasa por lo que apetezca y/o desee el preboste socialista de turno.
Mientras los reunidos, que cobran sueldazo cada mes garantizado, se enfrentan en desigual teatrillo para decidir la manera más estúpida y paranoica de enfrentarse a una emergencia, las gentes objeto de su amor, los ciudadanos, que no saben ya si cobran o pagan, van muriendo a gotitas un día, a chorros el siguiente y a tropel cada dos por tres. Recordemos no obstante la promesa del presidente de que nadie se iba a quedar atrás, nadie que viva en zonas controladas por los Imperiorepúblicanos. Si usted vive bajo el mandato de los Pepillos está perdido, por primo.
Mientras los reunidos, que cobran sueldazo cada mes garantizado, se enfrentan en desigual teatrillo para decidir la manera más estúpida y paranoica de enfrentarse a una emergencia, las gentes objeto de su amor, los ciudadanos, que no saben ya si cobran o pagan, van muriendo a gotitas un día, a chorros el siguiente y a tropel cada dos por tres. Recordemos no obstante la promesa del presidente de que nadie se iba a quedar atrás, nadie que viva en zonas controladas por los Imperiorepúblicanos. Si usted vive bajo el mandato de los Pepillos está perdido, por primo.
Y la historia se escribe así o de cualquier otra manera; emana del pueblo y se putrefacta en los despachos pagados por el pueblo, que cuando no está muriéndose come hamburguesas y se deleita con pelis de superhéroes y partidos fantasmales. Bueno, y pagaba impuestos para sostener la democracia pero no enmendarla.
Fantástica civilización ibérica, oiga. Que usted se muera bien; y no haga ruido al salir, que están reunidos....