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LA SALUD



Había un eslogan..."La potencia sin control no sirve de nada", de neumáticos, que me resulta especialmente brillante por lo que sugiere y por su poder de reflexión beneficiosa. Es una pequeña frase que apela a comprender la necesidad de tener perspectiva de un conjunto antes de fijarse en las partes sin olvidarlas tampoco; si careces de vehículo para qué quieres neumáticos, pero si tienes lo ideal es la puesta a punto general. Sin frenos sobra lo demás, sin motor es irrelevante que la puerta vaya de cine, y así todo...

Llevamos un tiempo escuchando que las medidas científicas contra la pandemia pasan por el aislamiento y la retirada y el argumento estrella que las justifica es, sencillamente, la preservación de la salud como bien absoluto. Se acepta como irrebatible que frente a otras cuestiones la salud es primer y único factor para erradicar la agresión. Tal idea minimalista no convence del todo a cualquiera que eleve el foco al plano general de la sociedad y de las personas. Hoy es la salud pero ¿por qué? ¡sólo vale esta premisa si tienes recursos! De la misma manera que un padre con niños hambrientos saldrá a trabajar el campo para darles de comer aunque las fieras le amenacen, una sociedad en riesgo tiene la urgente necesidad de comprender que la vida no se detiene ni espera y que la naturaleza alberga múltiples prismas que la determinan. No se vive igual en el desierto que en los hielos y la clave de la supervivencia cambia de uno a otro hábitat; asimismo las estrategias para alcanzar recursos son diferentes pero no es preciso que sean excluyentes una de otras. Las agresiones de factores externos requieren, sí, soluciones de urgencia sin las que sería inútil pensar, por ejemplo, a la hora en que nos acostaremos por la noche si tenemos enfrente una fiera: primero nos libraremos de la amenaza y después seguiremos planificando. A la vez, por poner un ejemplo, ante la amenaza de un tornado nadie decide destruir su hogar y su siembra y tirarse al barranco; hay que luchar y tratar de salvar lo poco o mucho conseguido con esfuerzo y trabajo. Si vas desnudo a pescar en los hielos ¿qué crees que va a pasar aunque captures cien piezas?. 

Un naufrago, tras años encerrado en una isla con pocos recursos puede vivir, pero sin duda su organismo se resentirá debido a la dieta o la intemperie o cualquier circunstancia, y cuando sea rescatado necesita cuidados para tratar de recomponer los desequilibrios de su cuerpo y devolver la salud hasta donde la ciencia alcance y para eso es necesario tener las herramientas. Recursos, recursos y soluciones globales, jamás particulares..

Nuestra sociedad se alimenta de balanzas ideológicas que bien miradas esconden una debilidad increíble si no se acotan en perspectiva. El sentido común ordena (o debería) los límites del culto a lo sano, a lo bello o a lo necesario para el desarrollo. ¿Cuánta verdad tienen la frases de aliento y las consignas positivas arrojadas sin orden ni concierto desde púlpitos quizá tan equivocados como fatuos? Difícil desentrañarlo sin sospechar falacias interesadas. Salud contra supervivencia, extraña cuestión cuando debería ser siempre vida frente a muerte, pobreza frente a desarrollo, posibilidades frente a desesperanza. Civilización frente a caos. Por eso no comprendo ni admito que presenten una balanza para obligarme a decidir si quiero salud o quiero confort, o quiero tener recursos a costa de mi salud. Yo lo que quiero es acceder a la posibilidad de vivir y de elegir, quiero el vehículo completo y en buen estado general, no quiero para nada una biela nueva y una rueda nueva y una llave si me falta el resto o está averiado. Si muchos comprendiéramos esta regla básica nos revolveríamos ante aquellos que tienen los recursos y deciden por los demás, sabiendo en el fondo que los abocan a vagar por los campos con una biela, una rueda, un mendrugo de pan... y salud, infinita salud para minarla por falta de todo lo demás necesario para conservar y mejorar el estado físico. Hay muchos cajones dentro de nosotros y todos son importantes, es la suma de todos y su eficacia lo que nos puede dar lo que llamamos vida.

Por eso la salud sin recursos no sirve de nada. Grábese en la mente y que se recuerde. Antaño era norma, creo yo.