¿Y si el mercado de Wuhan no tuviera que ver con el Covid? ¿Y si fuera un laboratorio militar como afirman algunos? ¿Absurdo pensar en organizaciones megalómanas? Bueno yo tiro del hilo y tú me sigues....
En una ciudad cualquiera de un país cerrado y dictatorial llamado China hay un laboratorio militar. Allí investigan armas biológicas, sueño húmedo de los militares trastornados para aventajar a sus enemigos con algo aterrador y de difícil respuesta inmediata. Si unes militar y comunista no resulta tan descabellado, la verdad. Pues en Wuhan desarrollan un virus adaptativo que podría ser eficaz para sus propósitos: es letal y es contagioso y puede matar. Naturalmente al ser artificial su comportamiento es errático, pero tiene capacidad de mutar, de adaptarse, de funcionar como otros virus, en suma. El objetivo está cumplido y tienen algo dañino para usar con provecho. Artillería.
Las autoridades chinas son parte de un entramado mundial de intereses disfrazados de comunismo, progresismo o como quieras llamarlo, cuyo objetivo último es la supremacía de poder; se entienden mejor aquellos cuyos intereses son comunes y en la izquierda mundial está claro que recuerdan con nostalgia cuando dominaban gran parte del planeta.
Para contaminar los países digamos hostiles a sus propósitos, o cuando menos resistentes a cantos de sirena de los totalitarios, es necesario que los aliados de la causa, los compinches, preparen estrategias locales para aprovechar estrategias globales y lograr el necesario triunfo.
Cada región o país planifica las suyas en la medida de lo posible, de la presencia influyente de sus peones en esferas de poder, algo que precisa años de infiltración. En España, por ejemplo, se coaligan todas las fuerzas anticonvivencia con representación parlamentaria después de arrebatar el poder a los conservadores, además de desarrollar otras trampas de distracción destinadas a su anulación como fuerza opositora. La oposición embiste señuelos, en resumen. En otros lugares se agita a la masa con campañas más o menos dramatizadas y potencialmente vencedoras en el mantillo sentimental de las volubles mentes. Estados Unidos por ejemplo. A la vez se unifican criterios para atacar a los líderes susceptibles de oponer verdadera resistencia a la agresión, líderes de países extraordinariamente fuertes en su tradición de libertad porque estos países (EEUU, Gran Bretaña, quizá Francia) han sido y son tradicionalmente garantes de las libertades universales e individuales, con sus fallos y sus miserias. Porque lamentablemente la Iglesia antaño bastión hoy bascula entre la complacencia y la irrelevancia, al haber sido un objetivo anulado años ha. Pocos quedan realmente como eje y contrapeso brutal a los deseos expansionistas del orden tiránico universal. ¿Rusia? Francamente no sé, pero si esto fuera cierto no sería bueno tener en contra a Rusia, aunque podría ser que sea un colaborador más bien pasivo, un espectador que a cambio de su inacción reciba alguna recompensa.
Y llegamos al cénit de la operación, la expansión del virus. La estrategia global y las estrategias locales son activadas en cuanto empiezan los contagios y las muertes y el caos. España es sospechosa, es donde la teoría se hace más verosímil porque bajo la apariencia de un gobierno atrabiliario e incompetente late en segunda piel un gobierno brutal en la destrucción eficacísima de las instituciones susceptible de causar problemas. Digamos que la distracción la lideran Simón, Illa e incluso Iglesias, Montero, Lastra, Garzón y otros, perfiles adecuados en la maniobra de distracción, disparatados e indeciblemente torpes costurones necesarios para enseñar la zanahoria falsa, mientras que en la sombra se van socavando los verdaderos objetivos: El Rey, la judicatura, las instituciones sostenedoras del sistema. Y, aquí sí, ciertas facciones irredentas de la Iglesia, que puede y debe ser freno a la carga liberticida.
A partir de aquí cualquiera sabe cómo se desarrollará el drama; podría suceder que China tuviera la deseada vacuna y la repartiera con pingües beneficios con que afrontar el asalto definitivo rebosante de medios. En esta variante de la teoría estaríamos en una prueba, no definitiva, del asalto al poder universal; un ensayo general antes de lograrlo con mayores garantías de éxito y quizá evaluar posibilidades, lo cual no es desdeñable porque ¿tienen un acuerdo cerrado los países actores de esta tragedia chinos, rusos, árabes (los mollares) y los pequeños secundarios venezolanos, argentinos, cubanos, o están en ello?.
Pudiera ser que en realidad éste es el ataque definitivo tras años de socavamiento de los valores democráticos, y la ecuación resultante de países y zonas conquistadas sirvan para iniciar una nueva guerra de desgaste contra los países que se mantengan libres. Lo que es cada vez más evidente para mí es la imposibilidad de que sea casual la aglomeración de tantos y tan coordinados ataques a la libertad y la espectacular actuación del izquierdismo internacional, precisa y profundamente eficaz; una coordinación que no parece fruto de azar.
Luego tenemos cabos sueltos, nombres ilustres que, de ser cierta esta elucubración disparatada, sabremos tarde o temprano el papel jugado en la partida: Soros, Gates e incluso Francisco...¿Quién lidera la organización?
Ahí lo dejo, el bosquejo de una trama, disparatado, increíble, alucinado pero posible. Así creo, cada vez más.
¿Y las personas, los muertos, cual es su papel en todo esto? La izquierda siempre ha menospreciado al individuo y lo individual, que es prescindible. Lo que le interesa es la masa esclavizada y dócil a sus intereses, que ésa puede renovarse y regenerarse a voluntad. Los muertos son necesarios para el éxito, sin ellos no hay nada que hacer.
Vale, será que es lunes...