Ir al contenido principal

NADA, DECEPCIÓN


Elisa coge un tren sin destino y sonríe, es feliz. Un tren que tiene por destino la nada y la decepción. Carlos espera en el andén, quiere subir al mismo tren y piensa que todo cambiará si se decide a comprar billete, o eso entendió desde el principio. Carlos tiene sueños y visiones sobre su condición especial, oye los aplausos y las palabras que tienen por destino la nada y la decepción.
Albita no sabe si quiere viajar allá donde no se vuelve. Creyó hacer lo correcto pero su pensamiento está fallando y oye voces airadas que intranquilizan sus días y sus noches. Ella no sonríe mucho pero camina cerca de donde las personas dudan. Cogerá el tren por no pensar, es posible que sea feliz a ratos.
A ratos con las frases más tristes del mundo. 
Elisa coge un tren sin destino. Está completo y todos, a fin de cuentas, viajan solos y callados.
Suena el aviso. Hay emoción de víspera, de día grande. Saludan desde el andén personas sin rostro y vuelven a sus quehaceres.
El tren sale y se aleja en la niebla del tiempo y el paisaje se difumina.
No van a ninguna parte que no sea la nada y la decepción.