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OMNIDIRECCIONAL, AÑO UNO: CONJURA DE LA PANDEMIA CONJURADA

 

El lío es que no se sabe si esto es una conspiración o una pandemia, o si estamos en el principio de la conspiración de la pandemia o al revés. Y la cabeza estalla onmidireccional manchando las paredes del salón donde vegetamos prisioneros. Fieles al signo de los tiempos, el personal aúlla en redes y se revoluciona soltando soflamas acerca de una revolución que de hecho ya sienten completada; digamos que hoy día uno se conforma con amenazar hilando frases heroicas sobre el levantamiento popular sacadas de trocitos de películas o de antiguos libros, y con eso deja clara su postura. A lo mejor esperan el desplome también virtual de los gobiernos y los liberticidas en una especie de lucha virtual sin demasiada sangre, como una comida hervida, sin sal y sin sabor. Indignación virtual.
Llevamos un año así, empero; cocinando sano y sin sabor verdadero, acartonados en una realidad pesadillesca y televiviendo, telerrevolucionándonos. Como una serie barata pero opresiva. Un sueño producido por la fiebre, una idea argumental brillante en su planteamiento y pobre en su desarrollo confuso e incierto. ¿Quién es el malo? ¿Quién el héroe? El argumento por barato y descuidado es confuso pero en el siguiente párrafo va la guía definitiva que nos permite nos perdernos en las diferentes tramas. 
Hay un virus que provoca una crisis sanitaria a escala global pero en realidad son dos virus: uno ataca al cuerpo, otro a la mente. El que ataca al cuerpo viene de China, el que ataca a la mente viene de dentro de nosotros mismos, probablemente incubado por GAFTA tras años de vaciarnos los bolsillos y dejarnos cegatos frente a pantallas. El virus corporal te mata o te agripa unos días, o pasa de tí, que también se da. El de la mente agudiza la estulticia latente del individuo y lo convierte en ciudadano ilustre de Mongolia (el porqué no queda claro) con especial incidencia y gravedad en políticos de todo pelaje, que caen como moscas hasta ser definitivamente unos incompetentes de pureza absoluta(pero no del todo: conservan el poder y la lucidez de subirse los sueldos). La sociedad en general, encerrada, se convierte en una inmensa tertulia digital oscilando entre la paciencia infinita y la construcción de un edificio argumental explicativo del nuevo escenario. Los hospitales están vacíos pero los medios al servicio de GAFTA insisten en su desbordamiento. Médicos, policías, periodistas, tertulianos tienen la orden de ocultar la verdad, cosa que hacen con facilidad pues no tienen ni idea de qué verdad hay que ocultar. Pasan los meses y sale una vacuna eficaz que mata más rápido que el virus, que mientras tanto va mutando en cepas de cada uno de los países que visita, como una especie de turista camaleón, y la ola de muertos y afectados semeja una etapa de montaña del Tour de Francia: Bill Gates tiene algo que ver pues compra terrenos compulsivamente sin tener clara la razón. Además, Putin aprovecha la confusión y sigue su labor destructora de eliminar disidentes, lo que prueba su inmunidad al virus, Vladimir no ha mutado hábitos. Luego todos amenazan con hacer muchas cosas definitivas y radicales, pero al final no pasa nada, excepto elecciones en Cataluña. La gente toma ácido clorhídrico o parecido y es como el anillo de Gollum, te hace invisible al dolor y la pandemia. Echan a Donald Trump de la presidencia y ponen a un abuelete permanentemente obnubilado cuando no se dedica a toquetear jóvenes y balbucear algo izquierdoso. Todos demuestran todo y la conspiración para dejar a la humanidad en 900 millones, de los cuales 899,99 serán esclavizados se va cumpliendo, de tal manera que en el año de Nuestro Señor de 5678 será realidad. Construyen el Zendal y sabotean el Zendal. Los rusos sacan su vacuna efectiva al 100% (de mortandad) las mascarillas son efectivas y no y cada vez imponen un modelo nuevo, el virus va por aire o por Metro o no va, la gente vive del aire o no y por la noches ve el fútbol y chatea revoluciones descomunales. Me he dejado subtramas pero en esencia éste es el argumento. Muchos y variados personajes, casi todos locos y cretinoides, pero con cierto carisma. Algunos rompen la concentración y despistan como las instagramers que se despelotan sin venir a cuento, pero añade picante. 
Y luego hay un grupo que, de momento, ha participado poco en el plano internacional (básicamente para hacer el ridículo) pero que promete enredar más el entuerto. Un grupo de homínidos muy eficaces como freno a la causa de los defensores de la conspiración. Seres casi milagrosos en la virtud de aglutinar la totalidad de defectos posibles en un ser humano, sin diluir. La presencia en la ecuación del gobierno español actual y los partidos que lo sostienen refuta la teoría conspiranoica, pues no es creíble la participación de semejantes ceporros sin que el plan sea desastroso y no se convierta en un éxito inverso. 
Lo único difícil de encajar es el papel de los transexuales en todo esto, pero ya se verá más adelante. Y los youtubers de Andorra tampoco clarifican.
¿Entienden ustedes? Me sorprenden.