El poema busca el absoluto y no lo encuentra excepto cuando deja de componerse; así de sencillo. La palabra escrita debe mirarse al vuelo de un pensamiento aislado, recto, poderoso y libre, sin dibujos abstractos. Y aprender. Aprender. Tu voz es infinita, tus palabras inolvidables. Y siguen viviendo cerca como un bálsamo perfecto.
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.