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¿EL IMPOSTOR EN LA TRIBUNA?




 Los comportamientos que ayer eran un desorden moral grave son hoy bendecibles. Si lo haces, ¿es en nombre de Dios, estás seguro?.

Ya lo sabremos después, cuando Él reparta los pescozones... mientras tanto yo me guardo en el corazón lo que entendía y amaba, esperando que mis pastores vuelvan a la normalidad y podamos recomponer los desgarros del Maligno. A fin de cuentas Dios maneja los hilos siempre y Su Ley es La Ley.

Lo demás sigue siendo humo y nada, una niebla engañosa que no puede borrar la Verdad. Sí, el pecado es y será el pecado: eso no cambia, está grabado a fuego en el Cielo... y en el Infierno.