Ir al contenido principal

ANTE UN ESPÍRITU GENIAL SE CALLA UNO

 






Este niño de Nersac, de 11 años, viviendo solo como un perro entre extraños y resistiendo como un hombre digno, responsable, gigantesco en su valor, ha sido para mí un ejemplo de auténtica grandeza y descomunal ansia de no perder el orden ante la tormenta. Quisiera yo que este ángel estudioso, cuidadoso y persistente en su responsable actitud vital tuviera una vida plena y dichosa, porque su genio nos retrata. Me lo imagino en la noche quizá llorando, quizá estudiando en la oscuridad, quizá con miedo desamparado, ese miedo que derrumba el alma y seca la esperanza, y cualquier otra hazaña se queda insignificante, ridícula, grotesca, indigna.
Y creo firmemente que Dios lo mira y sonríe, y cuando le gritamos por nuestras pequeñeces nos muestra a este valiente con una sonrisa orgullosa y, sin decirlo, nos mira con una expresión que dice "Mira y aprende, y bésale y protege su ejemplo, porque este niño, solo durante dos años, sin nadie que le atendiese y alimentase, ha ido a clase limpio, ha hecho sus deberes, ha vivido la normalidad desde lo imposible, ha caminado solo entre los vecinos indiferentes y les ha mostrado todos los días cómo se comporta un hombre de verdad. Cuando llores y te retuerzas por la pequeñas piedras, piensa en él y sigue su ejemplo y aprende de su gesto absoluto de dignidad. Lo he guiado para que tú lo veas y le imites".
Y yo, que me estremezco ante la grandeza, inclino mi cabeza y honro a un niño desconocido que me ha reventado el día. Que crezca y sea tan grande como pueda serlo una persona: ese es mi deseo sincero y preciado.
Querido pequeño, que eres mejor que todos nosotros, has triunfado y bendecido tu hermosa vida. Si yo fuera una persona con dinero no te faltaría nada el resto de tu vida, te lo aseguro. Adelante y sube, que ya habitas en el gran palacio de las personas extraordinarias.
Qué pequeño me siento, qué ridículas mis quejas.
(En Nersac, Francia, un niño de 11 años ha pasado los dos últimos solo, en una casa sin luz ni agua, yendo al colegio cada día con aplicación y buen comportamiento, sin más ayuda que el silencio de los vecinos -unos 2000 habitantes- y una personalidad ejemplar).