Ir al contenido principal

2024

 


En este año de Nuestro Señor (sí, Nuestro Señor) España se pierde a sí misma. No importa: hace tiempo que dejó de ser un país para convertirse en un drama grotesco y crepuscular, espejo de perturbados sin límites.

Seguiremos andando pero no será igual; una lágrima por todo lo perdido.

Una lágrima, españoles.