Los hombres herméticos encapsulan las normas y se rigen por ellas sin discutirlas. El Poder decide las normas que penetran en el pensamiento y lo determina en todos los ámbitos hasta que una norma nueva sustituya a la anterior.
La obediencia significa niveles básicos de subsistencia para los ciudadanos, y cualquier quiebra individual o colectiva del ordenamiento, incluso íntima y no expresada, implica segregación y borrado del infractor.
Recuerda: el hombre es libre mientras acepte el destino marcado sin matizarlo...
El hombre es libre hasta que deja de serlo.