¿Ha terminado el desarrollo de Occidente? ¿Es por hastío o por degradación? ¿Se suicida sin más entregándose a los salvajes del retraso a causa de irremediables depresiones?
Quién sabe... el orden cristiano, heredero del grecorromano y motor de la Historia, parece en crisis y la delicadeza del desarrollo social y tecnológico se derrumba sin motivo ni razón lógica; entonces la oscuridad, lentamente, sin oposición, resuelve la duda de nuestro futuro. La herida crece y se extiende.
¿Sigue Dios vigente?