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UNA SENSACIÓN

 

Empiezo a convencerme de que dirigentes como Sánchez, Macron, Biden, Maduro no son fruto de la casualidad electoral, sino de una intención planificada entre gigantes empresariales y socialismo siglo XXI. Un pacto global absoluto.
El objetivo, ya probado en China con matices, busca convertir la economía en un pastoreo dirigido al privilegio de ciertas élites mientras el individuo queda enmarcado en una suerte de número social con ideas homologadas y vidas programadas, en condiciones mínimas de albedrío personal.
No hay pruebas pero sí muchas consistencias luminosas. De lo que no hay duda es de la bota totalitaria que planea sobre todos nosotros.
Triste plan, triste destino.