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Con perseverancia y en varias sesiones (de una sentada se me antoja imposible) la he visto; y disfrutado. Si cuentas con la época en que se filmó y las posibilidades técnicas limitadísimas que tuvo que salvar, esta película hace honor a su fama. Y lo mejor que puede decirse es que se comprende el prestigio que atesora entre las personas que aún mantienen el respeto al pasado y saben de dónde viene todo y porqué.
La estupidez de nuestro siglo borrará algunas huellas, y otras no. Pero mientras exista registro de hazañas antiguas, hay esperanza. Mucha.