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Y ASÍ NOS VA

 



El cine clásico -el de verdad- que se hizo hasta principios de los sesenta es la némesis insoportable del vergonzoso cine actual; mientras exista y se pueda acceder a él de alguna manera y con cierta calidad de imagen y sonido, es imposible que desaparezca la magia de los maestros que hicieron cumbre de sus posibilidades. Si consiguen eliminar este legado maravilloso y casi infinito dejará de ser un arte imprescindible.

Y será otra decadente degradación del irrisorio panorama del siglo XXI. Hay gente capaz de acercarse a los grandes, pero se refugian en lo inmediato y vacío. Sí, ganando millones.

Así nos va, claro.

(La imagen, en recuerdo a mi padre que amaba esta película, como yo).