Se ha perdido tanto...
Es difícil saber cómo mantener la esencia del buen caminar entre las llagas humanas del porvenir. Prostitución en los rincones, dolor del desencuentro, elogio de aquellas jornadas felices y colocadas en su exacto sitio.
Y cuesta mucho asumir que nada está, excepto ese amor terrible al Infierno y sus tormentos.
No vayas.