Hola de nuevo, amigos estándar. Siguiendo la pauta habitual de especies humanas de escombrera, hablaremos hoy mismo de los comerciales, esos individuos de edad indefinida y afanes voraces. Lo primero que hay que saber es que los comerciales se dividen en dos tipos: Graciosos y desconcertantes. Los graciosos son los vendedores máximos, carne de estadística y voz de flauta atiplada que utilizan siempre las mismas bromas y se ríen sin venir a cuento. Su alma es negra y no dudan en pisar a compañeros y amigos con tal de vender una piruleta. Guardate de ellos. Por su parte, los desconcertantes son aquéllos que una vez aceptaron un trabajo de comercial y desde entonces penan por las aguas procelosas de vender lo invendible, y cada mes es una agonía. Ambos especímenes tienen una característica común, y es que nadie les hace caso. No tienen ventajas fiscales, no tienen paro, no tienen aceptación social fuera de su círculo y, sobre todo, no tienen ni idea de porqué están sobre la tierra ni de s
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.