Caen las falsedades como barro de tu boca, palabras errantes de esperanza, cuentos de nunca acabar. Sonríes cerca del búnker y apelas a la bondad, finges belleza y prometes aire, tan sano que duele. Hablar y hablar engaño, vivir en él, destrozar el tiempo a base de alargarlo como chicle, pasar revista regular, ampararse, negar, mentir, mentir hasta la naúsea. Hacer la bola gigante y recrearse en nuestra obra, sonreír, trastocar el mundo. Enseñar los dientes podridos de palabras que quieren oír, cerdos recursos de la gleba, tan sucia, tan ignorante como las ideas sueltas de odio y falsa honestidad. Habitas donde los muertos son los asesinos, y los matarifes víctimas; rompes la realidad y resucitas heridas añejas en nombre de la justicia, de la verdad, de la democracia. Dí, mentiroso ¿Dónde queda la verdad en tu discurso manido, rancio, pestilente de enorme absurdo?. Un espectro recorre Europa, mintiendo y hablando y figurando que nadie se da cuenta del vacío tras cartón que envuelve su
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.