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Mostrando entradas de septiembre, 2010

INMORAL, INDECENTE, INDESEABLE, INCORRECTO

Quiero energía nuclear al ladito de mi casa y que me cueste poco la electricidad. No quiero energía nuclear contratada de Francia y complementada con la basura esa de las aspas y que tenga que pagar la gilipolleces de cuatro o cinco idiotas de manual. Quiero llamar maricas, invertidos, sarasas y lo que se me ocurra a los gays, y quiero no tener que sufrir cerca su amaneramiento absurdo ni que me obliguen a aceptar sus chorradas, ni que sus gustos estúpidos sean dogma. Quiero que desparezcan los sindicatos de izquierdas, y no quiero que me roben el dinero para tocarse las pelotas en cualquier bar. Si reciben dinero por la cara, que los eduquen. Que sepan hablar, que sepan de economía, que sepan gestionar y que se derrumbe el mito progre sobre su utilidad. Quiero que me garanticen que voy a poder trabajar en día de la huelga. Quiero que me dejen en paz con la guerra civil, donde todos fueron culpables, especialmente la izquierda asesina, bastarda, rapaz y brutal. Quiero estatuas de Franc

ALTO

A más años sobre la tierra mas decepción. Es tan grande el río de amargura que podría volver a empezar evitando todos mis pasos. Esto está lleno de gente que fue ayer, hace un siglo, hace mil. Todos igual: Pensamos que vamos a ser el primero en quedarnos para siempre, que la muerte no nos llamará, que somos una aleación especial. Y la naturaleza es sabia: no podemos vivir eternamente, y a una determinada edad la furia torna hastío y la luz se entenebrece. Mi piel sale de mí y no desea cubrirme ni un invierno más, no quiere. Ha habido demasiado, demasiado tiempo.

A VECES

A veces ser duele, como lágrimas de agujas en la piel. A veces miras alrededor y te difuminas abrumado con el sol, la gente, la ciudad y el aire que no es tuyo. Que no es tuyo, agujas, lágrimas. Tengo una vida sin destino.

LOS DÍAS CERRADOS

Caminas en silencio tu indiferencia, callas tu secreto interior. Voceas quizá en un lenguaje secreto y desconocido; yo callo sin saber dónde tu sendero se aclara. Te has ido y estás, hablas y no eres tú, hay alguien perturbando tus mensajes y la casa se llena de melancolía y abandono, ahíta de voces extinguidas, sueños y débiles verdades arrinconadas. Cierras los ojos como si el dolor impidiese existir y dicen que fuíste, mas eres aún y serás palabra imprescindible. Tanta canción perturbada y horas no celebradas. Te aprovechas del llanto para ser un estado perpetuo del interior del pensamiento, camina tu indiferencia fuera de la luz debida. Dinos dónde va el camino, Señor, para que podamos rectificar estos días de oscuridad, y reír hacia el pasado desaprovechado.

Del 5-1-1929 al 13-8-2010

Entre estas dos fechas ha vivido un hombre bueno. Era una persona excelente que influyó mucho en los que llegamos a conocerle y como suele ser habitual tuvo muchos amigos a los que apoyó y ofreció manos llenas de servicio y ejemplo. No era conocido ni famoso, pero son estos los hombres que hacen que la vida merezca un poco la pena por perfeccionar las teclas de la vida y la labor inteligente, un espejo al que mirarse. Me pregunto algunas veces cuántas de estas personas imprescindibles mueren cada día en silencio y sin ruidos y porqué no hay recambios para gente capaz de inspirarnos, y qué mundo es éste donde destacan los mediocres, podridos o ridículos pobladores de la capa dirigente. Cada vez que perdemos engranajes esenciales la sociedad se empobrece, condenándonos a andar por la oscuridad, incapaces de dar realmente la talla, muertos horrorizados de nuestra condición inútil. Pues sí, éstos son los grandes de verdad, los que pueden dormir tranquilos. ¿Hay esperanza en un mundo de in