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Mostrando entradas de marzo, 2010

LOS HIJOS DEL ABSURDO

Voces cercanas, lejanas recorriendo mis omóplatos, cenizas del fracaso constante. Así la luz se extiende tenue bajo la manta aúrea del amanecer, cien ideas perezosas y ninguna aprovechable. Caen las horas. voces que lloran, que se desesperan, que gritan palabras sucias y tristes desparramadas por los suelos manchados de alcohol y cigarrillos y drogas sin nombre. Qué sonrisa puede aguantar tanta miseria. Pero viven y se nutren, y nos hacen pensar con desacierto, con pesadumbre sobre la verdad de ser humanos y libres y altos y listos. Ocupan las horas breves de los diarios de televisión y nos sobresaltan con sus locuras, que creemos nuestras. ¿No les ves? Están en la noche, en todas partes mostrandonos su fealdad y su ignorancia, pero ellos votan, votan a España y queman gasolina los lunes y los domingos, y fuman porros gigantes sin estilo y hacen el bárbaro mientras sus horas se pasan y vienen otros aún más sucios e inútiles, tanto algodón barato y palabras baratas, apenas mascadas y es

LOS CULPABLES I

Uno, José Luis Rodriguez Zapatero, infame bestia destructora, asesino alegre, matarife y miserable alfeñique que por azar, suerte o maldición lleva seis años destruyendo España desde lo más alto. Nunca un tipo más ínfimo logró llegar mas lejos. Dos, Mariano Rajoy, clase media de la política, gris y sin carisma, carece totalmente de fiabilidad y se rodea de mastuerzos y mastuerzas tan egoístas y rastreros como él. Es culpable de dejar pasar el tiempo para desgastar al gilipollas máximo y así heredar un país destrozado. No es un hombre al servicio del estado sino que se sirve a sí mismo y a su deseo bastardo de poder. No lo debe tener. Tres, sindicatos de izquierdas. no representan a nadie, viven de extorsionar y amenazar y son culpables de arruinar, en primer lugar, a los proletarios que dicen defender, los cuales han sido los primeros en alcanzar la miseria. Dinero robado, sucio, para pagar chupópteros liberados y barrigudos ponzoñosos. Hay que barrerlos. Cuatro, el juez Garzón, vergüe

AGUA

Si el agua fluye hay vida. Agua fría o caliente es igual: hay vida en ella y alrededor. Si el agua apesta no se puede beber, si sucia es preferible buscar otra. No hay nada sin el agua, apenas risas, casi llanto seco del buscador impotente. En rincones aislados queda agua limpia y fresca y nueva a cada sorbo, pero hay que buscarlos y apenas tenemos tiempo; la caravana se detiene en puntos concretos cada noche y no es posible indicar al guía dónde se encuentra el manantial, aún suponiendo que sepamos quién es nuestro guía. Avanzamos en pos de algo pero ya carecemos de lozanía y apetencia, y hace tiempo que desconocemos porqué salimos de nuestras casas, en busca de qué. Nadie bebe el agua eterna.

ARTE PEREZOSO

El otro día ví una película del genial Woody Allen, y comprobé por una parte lo mucho que debe este tipo al cine clásico, y por otra lo poco eficaz que resulta a la hora de desarrollar sus magníficos planteamientos. Parece de otro mundo, un tipo con talento descomunal, y a la vez incapaz de convertir sus propias creaciones en arte perdurable; dándole vueltas al caso pienso que se debe a un comportamiento clásico en ésta nuestra España querida: el arte perezoso. La cosa consiste en hacer un inmenso envoltorio de gran atractivo y poder cautivador, y después rellenar la cosa con el vacío casi perfecto y, además, repetitivo. Allen lo tiene todo, pues hay situaciones, dialogos, planteamientos maravillosos, pero el conjunto es olvidable. Está claro que no quiere dedicar más tiempo del necesario para preparar sus películas, y quizá sea esto lo que provoca escasez de grandes películas en su filmografía, aunque alguna hay. En España, y por extensión, en la cultura hispánica pasa lo mismo pero e