Era hermoso entonces cuando era posible. Tenía la cadencia de los momentos perpetuos, los días y los años de entonces, la piel enriquecida, el cielo abierto, la luz, la luz. Crece pues la memoria y se arracima en pequeños abrazos, chispas que proceden de allí donde otros eran guías, y fuera la decisión de avanzar o romper. Porque se concibe la esperanza de un patio inmortal y la apatía del cielo encapotado, un destello de azul eléctrico y mal paso de jinetes fastasmales. ¿Era hermoso entonces? De las palabras mal dichas brotan lagunas esterilizadas, de los pasos que a poco se desvanecen, del verano analógico, hijos de pelea y potencia, hijos del saber. Luego ya se sabe: una cosa lleva a otra, el orfebre se equivoca y se forma un inmenso insulto que devora a sus hijos y repite costura. Las líneas pierden fuerza y no son claras, la mayoría de todo es diferente a lo que parecía entonces, y eso que ahora pienso que era hermoso vivir aquellos días de suave lentitud, de sol, de mirar y compr
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.