El último lunes de febrero sobre esta tierra fantasmal. Donde la gente destinada a hundirse se hunde un poco mas, donde los líderes del cambalache aporrean ciertas cabezas endebles, confusas, inexplicables. Donde los tambores de la infamia no descansan ni descansarán nunca porque su razón de ser es el poder y las riquezas ajenas. En parte lees La historia de mi gente y comprendes ciertas cosas, ciertas corrientes. En parte lees el periodico y captas el resto, con las mareas infernales pidiendo, exigiendo, sirviendo al demonio febril de la izquierda desnuda, esa fiera con rostro de Cristina, de Castro, de Chávez, de Rubalcaba, de Cayo Lara, de tantos arracimados al rico olor de lo público, deseandolo, degustandolo, insaciables y hambrientos. Crear puestos de trabajo, así de la manga, cosas como el carbón, como las eólicas, lo que sea para que una persona trabaje y pueda tener una parodia de vida digna, no crear riqueza ni estabilidad, crear puestos de trabajo, pero no de Las Vega
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.