A sus ojos, nos hacemos viejos y fascistas. Pero no, nos hacemos más sabios, fuertes y lógicos sin las ataduras y hervores de la juventud confusa; nos limpiamos, por decirlo claro, y ya no es posible el engaño habitual ni la duda, porque somos rocas. Pecadoras, sí, pero nunca cambiadas de lugar. Cómo sufren.
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.